LA CONSTITUCIÓN EN CUESTIÓN

 

Si sabes gastar menos de lo que ganas,

has encontrado la piedra filosofal.

Benjamin Franklin


Vivimos actualmente un periodo convulso dentro de nuestra sociedad. Un país donde sus políticos no están sabiendo entenderse y llegar a puntos de encuentro. Ha quedado claro que llegar a consensos con el actual gobierno es casi misión imposible.  

En estos días celebramos el cuarenta y dos aniversarios de nuestra Constitución. Actualmente, tal y como dije anteriormente, vivimos un clima de crispación política y social. La entrada de Unidas Podemos dentro del Congreso de los Diputados, envueltos en su lucha de clases, simplemente ha instaurado un declive político no visto en los últimos cuarenta años. Siempre ha habido diferentes ideales políticos, de mayor o menor nivel intelectual, pero había algo en común que hacía que el futuro de nuestra nación estuviera garantizado, y era nuestra Constitución del 78.


En estos momentos, dicha Constitución está en entredicho. Esto es debido a la inclusión de ERC y Bildu dentro de los Presupuestos Generales del Estado, absorbiendo más poder aún del que ostentaban. Estos partidos, como ya he hablado en otros artículos, tienen como única misión destruir el Estado de Derecho que se construyó en el 78. Por más increíble que parezca, esto no es una opinión personal; ya no se esconden. No es difícil escuchar a diferentes componentes de dichos partidos hablar de la destrucción de nuestro país. Arkaitz Rodriguez (secretario general de Sortu), reconocía que su formación va “a Madrid a tumbar definitivamente el régimen”.

Dichas palabras, no están siendo condenadas por el gobierno del PSOE, al que según parece se le ha caído la “E” de español. No resulta raro que no estén condenando dichas palabras, y es que, aunque por suerte para todos, Bildu es un partido residual, también es cierto que es socio principal del actual gobierno de España en los Presupuestos aprobados días atrás.

Más grave aún son las palabras que hemos podido escuchar al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, señalando el avance de una nueva república en España. Resulta gracioso escuchar como este avance es debido, según él, a cómo ha fracasado la idea del Estado “centralista, uniforme y neoliberal”. Si, así lo ha dicho, NEOLIBERAL, palabra comodín de la izquierda junto con “facha” cuando se quedan sin argumentos. ¡Hombre!, señor vicepresidente, un poco de seriedad. Hablar de un Estado neoliberal con un déficit disparado, una deuda pública del 140%... Sabemos, por sus declaraciones, que tiene como país modelo a Venezuela, donde actualmente hay impuesta una dictadura criminal, y que su actual dictador Maduro, cada vez menos reconocido a nivel mundial, sigue empobreciendo a los venezolanos. No podemos caer en el populismo barato del actual gobierno de España, en sus promesas irrealizables y en su censura. Antes de ser de izquierdas o derechas, somos individuos libres, que debemos de procurar que ningún burócrata nos arrebate nuestra libertad.

Aunque uno de los últimos inventos de dicho gobierno es la creación del “Ministerio de la verdad”. ¿En qué consiste? Pues básicamente en tener a la población vigilada, y dictaminar que noticias son verdaderas y cuales no. Sí, este gobierno que ha mentido hasta la saciedad durante meses en lo relacionado al COVID-19, este gobierno en el que El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) ha ordenado al Ministerio de Sanidad que revele quiénes son las personas que componen dicho comité de expertos que estuvo asesorando al gobierno durante la desescalada y nunca se dieron sus nombres.

Para finalizar, es importante recalcar la importancia de luchar por nuestra libertad de expresión ahora más que nunca. Estamos viviendo un periodo en que el pensamiento único se está imponiendo a marchas forzadas, donde pensar diferente a dicha forma de ver la sociedad, va ligada a la etiqueta de “facha” o de “neoliberal” y, recogiendo unas palabras del historiador Fernando Diaz Villanueva, debemos hacer una defensa del liberalismo, no solo el político, sino también el social. Debemos tener la cabeza alta y decir bien alto que creemos en una sociedad libre, las ideas que este gobierno quiere llevar a cabo, ya han sido aplicadas en otros países, represión, censura, expropiaciones… No podemos permitir que esto ocurra en nuestro país. A diferencia de lo que exponía Iglesias, esta crisis tanto económica como la pandemia que sufrimos, nos ha servido para darnos cuenta de que el liberalismo está más vivo que nunca, en un mercado libre donde predomine la libertad del individuo. Es sin duda la mejor medicina para esta crisis social en la que nos encontramos.

Alonso Gómez Argente

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