Aunque la gestión de los
servicios públicos es un tema que daría para mucho, en esta ocasión me centraré
en uno de los problemas que más preocupa a los españoles: La corrupción.
Pero la corrupción no
viene de los gobernantes actuales. Si revisamos la hemeroteca podemos ver como
en el gobierno de Felipe González se produjeron numerosos casos, desde el Caso
Filesa, Caso Casinos, Caso Palomino a los GAL.
Se pensaba que con la
llegada del PP al Gobierno se acabaría la corrupción, ¡INCREDULOS! Caso
Zamora, Caso del Lino…
Y en 2004 llegó el de
los famosos “brotes verdes”, con el mayor caso de corrupción de la democracia,
los ERES en Andalucía, Caso Zarrafaya, Caso Campeón…
En 2011 bajo el mandato
de Mariano Rajoy, se produjeron los casos de Bárcenas, Púnica o Gürtel.
No menos curioso es el
caso de Unidas Podemos, un partido que surgió para acabar con la “casta”
política, pero que como bien un día expuso el periodista y economista Manuel
Llamas: “Queréis terminar con la casta actual, para poder imponer la vuestra”.
Este comentario se expuso el 25 de mayo de 2013, mientras que Podemos se fundó
el 17 de enero de 2014. Manuel Llamas no es un visionario, simplemente es la
misma estrategia que usan siempre los comunistas y socialistas. Este partido en
su breve historia ya cuenta con cuantiosos casos, como el de Neurona, lo
ocurrido con Dina Bousselham, o las presuntas
implicaciones con Irán y Venezuela.
En la actualidad, con
Pedro Sánchez, están los casos Plan 1000, Caso Albaida del Aljarafe, Caso
Vegas del Genil…
Ya lo explicaba
Hans-Hermann Hoppe en una de sus multitudinarias conferencias, y es que aunque
es cierto que hay gobiernos menos dañinos que otros, absolutamente todos son
perjudiciales para las personas, ya que creen ser ingenieros sociales capaces
de manejar nuestras vidas. Hay ideologías que no esconden su afán de control
como es el socialismo, pero hasta uno de los políticos menos estatista como es
Isabel Diaz Ayuso, recientemente ha anunciado la creación de una “Oficina del
español”, es decir, despilfarro del dinero público.
Estáis cansados de leer
tantos casos de corrupción, ¿verdad? ¿Os hierve la sangre pensar dónde va
destinado vuestro dinero, que de forma coactiva os retira el Estado de vuestra
nómina? Lo lógico es pensar que sí, pero por desgracia aún hay millones de
personas que siguen ignorando la corrupción cuando quien la realiza es su
partido político, porque estos funcionan como equipos de fútbol, y el
electorado como su público fanático que lo anima haga lo que haga.
Reflexionando sobre
dicha situación, hemos de reconocer que los políticos han hecho muy bien su
trabajo, y es la de crear dóciles electores que, aunque le roben en su cara,
nunca alzarán la voz.
Pienso que el problema
viene de raíz, y es que continuamente se pone la mirilla del problema en el
lugar equivocado. Cuando estamos bajo el mandato de un partido político y causa
estragos con la corrupción, la mayoría de ciudadanos tienen la confianza de que
el próximo no será así, nada más lejos de la realidad: El entrante vuelve a
delinquir. Y esto sucede de forma continuada en los países, siempre bajo el
anhelo de que exista algún partido político incapaz de robar. Y señoras y
señores, deben de abrir los ojos: El problema no es el gobierno, estos no dejan
de ser personas como nosotros que acceden a un puesto con millones de euros a
su disposición y sin responder ante nadie. El problema no son los gobiernos, el
problema es el ESTADO en sí como institución.
Los políticos siempre
han desnortado al libertarismo, ¿Por qué? ¿Por qué miran por el ciudadano? No
sea incrédulo, simplemente porque dicha doctrina política busca que el político
de turno no tenga poder, lo que conllevaría arrebatarle la oportunidad de que
viva de usted. No se crea el mantra de que sin ellos seriamos analfabetos, no
tendríamos sanidad, o iríamos en carros de caballos porque no habría
carreteras. No existe ningún servicio que el sector privado no pueda
proporcionar con una mejor calidad, y a un precio más asequible.
Y es que en un mundo
donde la mayoría de personas han elegido el camino de servidumbre, ahora más
que nunca es necesario los valores libertarios; Principio de no agresión y defensa
de la propiedad privada. El camino a seguir ya lo marcó el profesor Jesús
Huerta de Soto, “y es que el único sistema de cooperación social teóricamente
posible y compatible con la naturaleza del ser humano, es el capitalismo
libertario, la anarquía de propiedad privada, o el llamado anarcocapitalismo.’’
Alonso Gómez
Interesante escrito; Hasta hoy veía la corrupción como un asinto de partidos políticos y sus dirigentes, ahora empieso a verlo como que el Estado es el centro de los excesos y empiezo a comprender mejor los escritos de un muro titulado "Menos Estado"
ResponderEliminarAsí es Raúl, eso es lo que intento trasmitir con este artículo. La mayoría de personas siguen creyendo que un Gobierno que mire por el ciudadano es posible, pero la historia ha demostrado que eso no es así. Habrá estado menos dañinos que otros, pero al final son una barrera importante para el progreso. Un saludo
EliminarMuy interesante artículo
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