Mostrando entradas con la etiqueta Plus Ultra. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Plus Ultra. Mostrar todas las entradas

PLUS ULTRA, UNA EVIDENCIA MÁS DE LA INEFICACIA DE LA PLANIFICACIÓN ESTATAL

Cuanto más “planifica” el Estado, más difícil se vuelve

la planificación para el individuo”

Friedrich Von Hayek

Esta crisis ha demostrado que la planificación estatal es tremendamente ineficaz a la vez que injusta, aunque a menudo los políticos nos quieran convencer que gracias a ellos hemos podido salir hacia adelante, esto es una nueva falta de respeto hacia el sentido común.

La última evidencia de lo que he expuesto, es el rescate millonario a la empresa Plus Ultra Líneas Aéreas S.A, que fue fundada en 2011 por dos empresarios españoles: Fernando González y Julio Martínez.


Debido a las restricciones impuestas por los gobiernos, uno de los sectores junto a la hostelería que más se ha visto afectado es el de las aerolíneas, ya que la imposibilidad de viajar hizo caer en picado la facturación de las mismas.

En esta ocasión la historia comienza con el nombramiento de uno de los protagonistas, Bartolomé Lora, señor que fue nombrado por el Gobierno para formar parte de la SEPI y que tenía la potestad de resolver las solicitudes de ayuda temporal solicitadas por las empresas para compensar los efectos de la pandemia.

La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), una entidad pública empresarial con dependencia directa del Ministerio de Hacienda y Administraciones Pública de España, rescató a Plus Ultra Líneas Aéreas con 53 millones de euros a través del fondo de apoyo a la solvencia de empresas estratégicas que gestiona la entidad que comenté anteriormente.

En un primer momento, desde una visión estatista, veríamos con buenos ojos la ayuda a empresas que están cerca de la quiebra, pero analizando un poco más este caso, nos encontramos evidencias de que esta asignación no tiene fines de lo que suelen llamar “bien común”, sino más bien una presunta asignación con fines políticos. Estos fondos estaban condicionados a dos parámetros claros:

     1)  Empresas estratégicas

     2) Que hubieran sufrido de forma brusca los efectos de la pandemia

Por lo tanto, y acogiéndonos a estos parámetros, ninguna de estas dos las cumplía Plus Ultra; por un lado, no es una empresa estratégica ya que solo cuenta con un avión y representaba un 0,03% del tráfico aéreo español. Así que queda evidenciado que no es una empresa estratégica. Y analizando el segundo parámetro, Plus Ultra desde su fundación no ha obtenido beneficios, por lo que su pésima situación no viene afectada por los efectos del COVID-19, viene de mucho más atrás. Y es que, aunque el Gobierno actual de España insista en que Plus Ultra sí era una empresa estratégica, la evidencia dicta claro que no lo es.

Este año solo tenía como viajes la ruta Madrid- Caracas, otro aspecto que escama por la relación que pueda tener con la dictadura venezolana, ya que tenemos precedentes de la fascinación que siente parte del Gobierno por el gobierno venezolano.

Esta asignación de 53 millones de euros ha sido duramente criticada por Manos Limpias. VOX ya interpuso una querella ante el Tribunal Supremo contra el Gobierno y el Consejo de Administración de la SEPI, ya que entienden que esa asignación es un instrumento puramente político.

Esta cuestión al llegar a los tribunales, hizo que la titular del Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid, Esperanza Collazos, haya incoado diligencias de investigación sobre la aerolínea Plus Ultra, ya que al parecer existen evidencias de malversación de caudales públicos contra Bartolomé Lora.

Esto es un ejemplo más de que la intervención estatal es ineficaz a la vez que inmoral. En primer lugar, ineficaz ya que la asignación de los recursos públicos previamente extraídos de forma coactiva al contribuyente se distribuyen de forma poco ética y tan solo favoreciendo los intereses del político. Esto tiene sentido en forma de que gestionando el dinero de otro, la percepción del riesgo es mucho menor que si gestionamos nuestro propio dinero. En segundo lugar, resulta inmoral que el dinero extraído de forma coactiva al trabajador, vaya destinado a mantener una empresa que no genera ningún tipo de valor para la sociedad. Al final, sobre el ciudadano recae la pésima gestión del burócrata a través de mayores impuestos, o de un peor servicio público, todo ello para mantener una vida plena al gobernante.

Alonso Gómez

 



 


COMER CARNE, OTRA FARSA PARA ESCONDER LOS PROBLEMAS REALES DEL PAÍS

“Mientras más gasta el gobierno, menos puede gastar el ciudadano. Las obras públicas no se hacen con el poder milagroso de una varita mágic...